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Las caídas en los mercados y sus consecuencias

 

Ciclos van y ciclos vienen. Suben las tasas, bajan los retornos, crece la intolerancia al riesgo y los créditos son más caros. Veamos los efectos más importantes de las caídas en los mercados, porque todo lo que sube tiene que bajar.

Fuente: Money.

Luis Christiansen, licenciado en Ciencias Administrativas (UNIMET). Analista financiero.

La mayor consecuencia que tienen las caídas en los mercados (o Bear Market) es dar una noción del riesgo real que implica invertir en la bolsa, un riesgo que puede olvidarse después de años continuos de crecimiento.

Antes del año 2022, hubo cerca de catorce años sin prácticamente retrocesos económicos. Para entender esto mejor es necesario saber que los bear markets, en promedio, se presentan cada cuatro años. Por este motivo, hay que entender que la ocurrencia de una caída es parte natural de la vida de los mercados financieros y de la economía en general.

Los fundamentales siempre son importantes

Recuerda: los ‘fundamentales’ son las propiedades cualitativas y cuantitativas de las compañías que hablan sobre solidez y valor de mercado, como la calidad de su gerencia, sus EEFF o su moat.

Una característica clave de los mercados bajistas es que no golpean a todas las compañías por igual. Las más afectadas suelen ser aquellas con una alta capitalización de mercado producto del optimismo, las tasas bajas y el consumo alto (hay las cuales “valen mucho” cuando ni siquiera son rentables). Un ejemplo reciente es el ETF $ARKK, que estuvo de moda durante el 2020 por sus altos retornos. Sin embargo, hasta la fecha ha sufrido una caída del -74%, evaporizando las ganancias de los últimos años.

Estos resultados deberían causar en un futuro que los inversores sean más cautos a la hora de invertir en empresas con grandes promesas a futuro, pero un presente débil en sus fundamentales.

¿El regreso de los bonos?

Durante la última década se ha invertido bajo la tesis TINA (There is no alternative, No hay alternativa). Haciendo alusión a que, debido a los pobres rendimientos en el mercado de bonos, la única opción era invertir en acciones u otros vehículos similares.

El aumento de tasas de interés (comunes en los mercados bajistas) causa un incremento en los rendimientos de los bonos, haciendo atractivo reincorporar los ‘papeles de renta fija’ en los portafolios de inversión.

Las grandes empresas, no son inmunes a las valoraciones.

En ciclos alcista (como el de 2010-2020) se suele ignorar cuando compañías cotizan con un ‘price-to-earnings ratio’(PER) muy elevado, debido a que son grandes empresas en crecimiento constante. Netflix y Amazon son ejemplos claros, que han perdido más de 40% de su valoración aun cuando siguen siendo negocios muy buenos, pero cuyos precios (de sus acciones) son más de 50 veces sus ingresos.

El price-to-earnings ratio’ (PER o P/E) es un indicador que compara (divide) el precio de una acción con el beneficio por acción (earnings-per-share). Indica el sentimiento del mercado (inversores) ante los beneficios futuro y actuales de la compañía. Si es alto, los inversores están dispuestos a pagar más por el “futuro”, lo contrario si es bajo. Un consejo, a la hora de invertir, piensa más en términos de precio vs flujo de efectivo.

Un caso de 2022 es META, cuyo mayor problema fue la vulnerabilidad de su negocio a agentes externos. La moraleja es que tengas en cuenta las ‘amenazas externa’ y la visión de la gerencia, sino puedes sufrir grandes y repentinas pérdidas que no tenías contemplado en los posibles riesgos.

Conclusión:

Si bien el bear market es una etapa normal de los mercados que eventualmente se superan, la noción del riesgo cambia en los años siguientes. Luego del 2022 es posible que no volvamos a ver por un tiempo valoraciones como las de 2020-2021 y los retornos del mercado bursátil sean más mesurados por tener a inversores mucho más cautos. Una nueva dinámica que debemos interiorizar y entender.