La inflación: ¿Buena o mala?
Pablo De Sousa, estudiante de Economía en la Universidad Católica Andrés Bello y vicepresidente del Centro de Estudiantes de Economía.-
En Venezuela, conocemos a la inflación como un monstruo que aumenta los precios constantemente y roba el poder adquisitivo de nuestros ingresos. Pero, ¿funciona así en todos los países del mundo? Comparemos con el caso de los Estados Unidos para entender el funcionamiento de este fenómeno en su complejidad.
Fuente: Morning Brew.
De manera universal, la inflación es causada generalmente por el aumento de la base monetaria (impresión y puesta en circulación del dinero) y por los mismos productores cuando elevan los precios ante la expectativa o certeza del aumento de sus costos en el futuro. ¿Su consecuencia directa? El dinero pierde valor y los consumidores se ven afectados al momento de comprar los productos necesarios debido a la insuficiencia de su ingreso.
Cabe destacar que, a pesar de que las causas sean las mismas, la magnitud de las consecuencias variará según cada país. En Venezuela, la impresión exacerbada de dinero para costear el gasto público, por un lado, y las expectativas de los productores por otro, han generado un constante aumento de los precios hasta alcanzar un punto donde los precios son cambiados diariamente, y el ingreso que obtienen los consumidores se ve mermado en valor considerablemente. Al mismo tiempo, el caso Venezuela tiene otra particularidad: la poca confianza que se tiene en el bolívar (moneda de curso en el país) acentúa este monstruo incontrolable llamado “hiperinflación”. De esta manera, al no ser una inflación controlada, los venezolanos se encuentran en constante lucha para sortear su impacto.
En Estados Unidos, la historia suele ser un tanto distinta. Históricamente, la tasa de inflación se ha mantenido constante, entre 1% y poco más de 2%. Sin embargo, la pandemia del COVID-19 ha generado un aumento del nivel de precios gracias a la inyección de dinero (paquetes de estímulo) para paliar la contracción de la oferta y estimular la demanda, debido a la súbita paralización de la economía. A pesar de sus deudas, Estados Unidos se diferenció del caso venezolano, gracias a la confianza de su población en su moneda y al manejo de la política monetaria por parte de la Reserva Federal, lo que les permite no tener mayores problemas inflacionarios.
La experiencia americana reciente expone que la inflación, baja y controlada, ha sido buena para estimular la economía ya que, de alguna u otra manera, obliga a los consumidores a gastar su dinero, pues obtendrán más valor al usarlo en productos y servicios que conservarlo en el largo plazo. Además, también es bueno para los prestatarios, pues la inflación alivia sus deudas ligeramente, lo que permite pedir más créditos. En términos generales, existe evidencia de que una inflación muy ligera de los precios es saludable para la economía.
Fuente: Statista.
En esta imagen puedes ver la tasa de inflación histórica en los EEUU desde 1990 al 2020.
En conclusión, la inflación es la misma en todos los países del mundo. Dependiendo del control que las entidades económicas ejerzan sobre la misma, podrá ser un mal que afecte la productividad de la economía o, simplemente, un fenómeno que la estimule.
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