¿El mercado estadounidense va camino a su peor trimestre en la historia?
Antulio es economista y analista financiero
Créditos: @Barrons en Instagram
Durante las últimas semanas, uno de los temas de mayor impacto en el mundo financiero ha sido la importante caída de los mercados mundiales; y en especial, del estadounidense. El S&P 500 -uno de los índices bursátiles más representativos del país norteamericano- se ha desplomado 28,66% desde inicios de año, borrando -casi por completo- las ganancias de 2019 y finalizando con una era alcista que duró más de una década.
Fuente: CNBC.
Pero… ¿qué generó una caída tan importante?
A finales del año pasado, comenzó en China el primer brote del ya conocido coronavirus. Tras varias semanas, se sintieron los efectos sobre la dinámica de la economía del país asiático. Las empresas paralizaron gran parte de sus actividades y la población se quedó en sus hogares por miedo a contraer la enfermedad. Esta dinámica comenzó a replicarse en otros países –como Estados Unidos, Italia y España- conforme avanzaba el virus, alimentando las preocupaciones sobre una inminente recesión en la economía global.
Naturalmente, como consecuencia de esta situación, disminuyen los pronósticos de ganancias de las compañías a nivel mundial, y en última instancia del desempeño de la economía en su conjunto. En este escenario, los inversionistas buscan protegerse vendiendo acciones y adquiriendo títulos de bajo riesgo, generando la importante caída que han presentado los índices bursátiles de Estados Unidos –y Europa- durante las últimas semanas.
La alta demanda de títulos de bajo riesgo y altamente líquidos, como las Treasury Bills, ha impulsado sus precios al alza, dando pie a una disminución de sus rendimientos –incluso a niveles negativos en las T. Bills a 1 y 3 meses-. Recordemos que en lo que concierne a instrumentos de renta fija, la relación entre el precio y el rendimiento es negativa.
Oportunidades para los inversionistas a largo plazo
Si bien es cierto que caídas tan estrepitosas pueden asustar a muchos inversionistas –especialmente a operadores de corto plazo-, para aquellos con un horizonte temporal de inversión de largo plazo representa una oportunidad de adquirir a bajos precios, acciones con gran potencial de revalorizarse en el futuro.
Según Bank of America, realizar operaciones en periodos intradiarios es “marginalmente mejor que tirar una moneda al aire”, especialmente en un entorno tan volátil como el actual, mientras que “la probabilidad de perder dinero tiende a 0% en un horizonte temporal de 20 años”.
En el corto plazo, gran parte de la recuperación del mercado dependerá del desempeño de la economía estadounidense y de la capacidad de las autoridades monetarias y fiscales de recortar la duración y la profundidad de la recesión en la que entrará el país. Recordemos que hace unos días, la Reserva Federal –que pareciera tener un margen de maniobra muy limitado- anunció una inyección de más de 700 millardos de dólares para incrementar la liquidez en el sistema financiero. No obstante, para muchos analistas parece insuficiente: según Goldman Sachs, la contracción en el segundo trimestre del año será de 24% con relación al mismo periodo de 2019. Adicionalmente, la administración de Trump está teniendo dificultades para aprobar un paquete de estímulo fiscal en el senado.
¿Será el peor trimestre en la historia del mercado de valores estadounidense?
Para que se consolide el peor trimestre en la historia del mercado norteamericano, el índice S&P 500 deberá cerrar la jornada del martes 31 de marzo en menos de 2012,77 puntos (12,67% por debajo del nivel actual), lo que representaría una caída trimestral de más de 37,7% (superando la del 2T de 1932). En los próximos días podremos observar la dinámica y saber si, en definitiva, estamos viviendo una de las peores épocas en la historia de Wall Street.