El auge y disminución de los “Frontier Markets”
Eduardo Castejón, egresado en Estudios Liberales por la Universidad Metropolitana y se especializa en América Latina y su relación con China.-
Pequeños mercados, grandes rendimientos, opciones limitadas. Los mercados frontera y su evolución.
Fuente: Bloomberg
Un nuevo término que ha cosechado mucha atención en la segunda década del siglo son los llamados “mercados frontera”, cuya descripción es la de ser países que están en el último escalón en la jerarquía de inversión (Bloomberg), siendo naciones pequeñas y con mercados de capitales menos avanzados en el “mundo en vías de desarrollo”. Su nivel de desarrollo es menor que los países de mercados emergentes como China o los latinoamericanos, pero la categorización no tiene tanto que ver con su riqueza o industria como sí con su participación en los mercados y su propio mercado interno (Bloomberg).
La mayoría de estos países están en Medio Oriente, Asia, África y Europa del Este. De acuerdo a MSCI Inc, estos países recogen algunos criterios para ser considerados “fronterizos”: muestran cierta apertura a la inversión y flujo de capitales extranjeros y tienen pocas empresas registradas.
Pero la característica más llamativa de estos mercados, y la razón de su existencia en el panorama de la inversión, es precísamente que su baja relación con los mercados globales les hacen, irónicamente, más resistentes a las crisis financieras globales, aunque sí son propensos a cierta inestabilidad interna. Esta relativa impermeabilidad los diferencia notablemente de sus hermanos mayores, los mercados emergentes, los cuales sí que resienten mucho más los vaivenes de la dinámica financiera global.
Estos países han dado resultados positivos para sus inversores en el largo plazo, quienes sólo representan un 10% del total de inversiones global (Bloomberg). El atractivo principal de estos mercados para los inversores y las empresas, además de su mencionada “impermeabilidad”, es instalar sus operaciones antes de que otros capitales extranjeros se establezcan en el país y suban su perfil, lo que puede asegurar buenas ganancias a cambio de mayor riesgo.
Fuente: IE
No obstante, también es notable que ciertos países con mucho éxito como mercados frontera hayan subido de categoría a emergentes y, por ello, vean más difícil continuar su crecimiento, tal como le ocurrió a Pakistán, que luego de acumular un crecimiento de 25% a través de ocho años, experimentó una crisis notable luego de ser considerado emergente y fallar en captar inversiones.
Uno de los ejemplos más claros del auge de estos mercados es Vietnam que, de acuerdo con The Economist, es uno de los países que ha captado mayor atención no sólo por su reciente capacidad en contener la expansión del COVID-19, sino también como un refugio a la guerra tecnológico-comercial entre China y EEUU. El país, ya notable por su industria manufacturera, ha captado en lo que va de 2020 mayores inversiones de EEUU, Corea del Sur y Japón y es, probablemente, el mayor ganador de la salida de hasta el 33% de las empresas internacionales que operaban en China, hechos todos que le prometen ser uno de los pocos países que crecerán en el tumultuoso 2020, con una proyección de 3 a 4%, de acuerdo al Banco Mundial, un retroceso con respecto a las proyecciones pre-pandemia de 6.5%.
Una conclusión lógica es que este mercado, ya de por sí ambiguo en su definición por su subjetividad, está disminuyendo. A medida que sus miembros más avanzados suben de categoría y el interés por los menos desarrollados aumenta, es una categorización que puede tener un límite en el tiempo por su creciente atractivo para los inversores.